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Panegírico a Don Jesús

Don Jesús, un buen hombre, una gran persona y un ejemplar sacerdote.

Muchísimas cosas buenas se podrían decir de este sacerdote: era cercano, sencillo, a todos trataba por igual; amigo de todos (creyentes y no creyentes), dispuesto a todo y un larguísimo etcétera; pero, por encima de todo, en él resaltaba una virtud muy difícil de tener: la HUMILDAD. Como consecuencia, entre otras cosas, era muy conocido y, desde que se marchó hace 12 años, no han dejado de pasar por su casa personas de todas las edades que se desplazaban para estar con él uno o dos días. Por otra parte, era muy popular y querido por todos, sobre todo entre las capas más humildes y el pueblo le dedicó el nombre de una plaza, algo que es muy difícil en los tiempos presentes. Visitaba a todos, enfermos y sanos, y se hacía presente en las casas diciendo: “Aquí estoy para comerme un plato de lentejas”.

Hace unos años pasó por la carretera general y se paró en la marquesina de los autobuses para, desde allí, ver el pueblo. No pudo entrar porque la pena “se lo comía”.

También era un hombre de oración ante el Sagrario y a los pies de su Virgen, la Virgen del Rosario, a la que tenía colocada en su dormitorio en su casa de León. Jamás se le vio una cara de desagrado cuando alguien lo necesitaba para una atención espiritual, fuera la hora que fuera.

Como sacerdote, sus funciones de enseñar y santificar las hacía de maravilla, y no con su boca, sino con su ejemplo, su disposición, su apertura y poniéndose en su sitio cuando lo reclamaba su ministerio. En cuanto a lo de gobernar, en eso no había sido educado; como antiguo fraile que era, en el monasterio lo habían enseñado a OBEDECER, que también es una virtud. Eso le llevaba a tener un corazón abierto ante las inquietudes de los seglares.

Ha muerto como vivió y como se marchó: en silencio, sin molestar a nadie… El Señor seguro que le tenía preparado un magnífico lugar; allí estará ahora, contemplándolo, junto a la Virgen y a sus seres queridos.

Don Jesús, que Dios lo haya acogido en su gloria y desde allí pueda interceder por todos los que hemos tenido la gran suerte de conocerlo.

Un abrazo de esta Hermandad que siempre lo quiso y lo tuvo en alta consideración.



Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores.
Parroquia Santo Domingo de Guzmán

Bornos (Cádiz) 11640

Correo Electrónico: hermandadnazarenobornos@gmail.com

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