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Ejercicio de Quinario. Miércoles.

Copia el enlace para el Rezo del Santo Rosario.

https://www.youtube.com/watch?v=Kzo2Io_Ekbs&app=desktop&fbclid=IwAR3YEtkg6YXWS0fnkz5Cfxzoe5JtqIg-FL9HjLwe0GRaA4E-GCLlNaAvYBo

EJERCICIO DE QUINARIO ¡Dulcísimo Jesús Nazareno! Postrado a vuestros pies, reconozco mis ingratitudes para con vos, y, arrepentido de mis pecados, propongo con vuestra ayuda, no volver a ofenderos. Animado por vuestra infinita bondad por los muchos favores que otorgáis a los que imploran ante vuestra misericordia y perdón, os pido, ¡oh, mi buen Jesús!, que, en memoria de Pasión, atendáis mis súplicas en este quinario si son de vuestro agrado provecho de mi alma. Amén. (Pídase la gracia que se desea conseguir) INVOCACIONES Jesús Nazareno, por vuestra Pasión, tened misericorida de nosotros. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria) Jesús Nazareno, encended en nuestros corazones vuestro amor. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria) Jesús Nazareno, salvad nuestras almas redimidas con vuestra sangre. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

ORACIÓN FINAL ¡Padre nuestro Jesús Nazareno! Al considerar vuestra bondad y vuestro amparo conmigo, un grito de gratitud sale de mis labios, diciéndoos: Jesús os amo. Por vuestro amor bajasteis a la tierra y sufristeis dolores muriendo elevado en una cruz; por nuestro amor disteis como manjar, Sacramento de nuestros altares; por nuestro amor os manifestáis en esa Imagen bendita, coronado de espinas, con los ojos lánguidos y el rostro dolorido, símbolo de vuestro sufrimiento. Gracias, Señor. Y para corresponder a tantos favores, os pido la gracia de cumplir siempre vuestra ley santa y de morir en vuestro amor. Amén.

Lecturas del Miércoles de la 3ª semana de Cuaresma

Miércoles, 18 de marzo de 2020

Primera lectura

Lectura del libro del Deuteronomio (4,1.5-9): MOISÉS habló al pueblo, diciendo: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndolos, viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. Mirad: yo os enseño los mandatos y decretos, como me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella. Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales, cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán: “Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación”. Porque ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos? Y ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que yo os propongo hoy? Pero, ten cuidado y guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y que no se aparten de tu corazón mientras vivas; cuéntaselas a tus hijos y a tus nietos». Palabra de Dios

Salmo

Sal 147,12-13.15-16.19-20 R/. Glorifica al Señor, Jerusalén V/. Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión. Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/. V/. Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza. R/. V/. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-19): EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos». Palabra del Señor


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