
Cabildo Celebrado el 3 de Mayo de 1825
CABILDO:
En la villa de Bornos, en tres días del mes de mayo de este año de mil ochocientos veinte y ocho, habiendo precedido la venia del Sr. Vicario de esta parroquia, fueron citados los hermanos de la Hermandad de Jesús Nazareno, sita en la dicha parroquia, para tratar asuntos concernientes a la misma, en cuya virtud se reunieron en la sacristía de la propia iglesia el señor don José Suarez Millán, Vicario y cura propio, don Juan Sevillano Rodríguez y don Lucas González, Hermanos mayores, don Juan Rafael Ortega, Mayordomo, don Diego Ortega, Presbítero, Don Jerónimo Armario y Armario, Presbítero, don José María González, don Francisco González San Martín, don Francisco Heredia, don Cristóbal de Heredia Martel, don Cristóbal de Heredia Álvarez, don Antonio Pacheco Sevillano, don Juan Bautista Ferrero y Losada, don Pedro Heredia Martel, don José Sevillano Contreras, don Andrés Pablo Heredia y Martel, don Domingo Sevillano Caballero y don Francisco Fernández de Liencres, que componen la mayor parte de la Hermandad, y habiéndose hecho por el Sr. Presidente la oración de costumbre se procedió a celebrar el cabildo en la forma siguiente:
En este cabildo se hizo presente, por los Hermanos mayores, el oficio dirigido por don Francisco de Burgos, administrador de la hacienda y rentas que en esta villa posee el Excmo. Sr. Duque de Medinaceli, en virtud de la instancia hecha a S.E. por esta Hermandad para que se dignase ceder, a favor de la misma, el callejoncillo que hay entre la pared de la capilla de Jesús Nazareno y la de la cilla granero de S.E., el cual, a la letra, dice así:
"Oficio. Con fecha 11 del corriente me dice la Contaduría del Estado de Alcalá lo que a la letra copio: Hará usted entender a los cofrades de la Hermandad de Jesús Nazareno de esa villa, que S.E., por Decreto de siete del corriente, se ha servido acceder a su solicitud concediéndoles el callejón que se halla entre los graneros de S.E. y la capilla de dicha Hermandad, en la iglesia parroquial, pero con la precisa condición de que ha de ser cuenta de la misma Hermandad la obra que se ejecute, dirigir las aguas de la canal maestra, que unido el callejón a la iglesia debe prolongarse hasta vaciar en la calle o plaza, haciéndose de plomo, y que por las dos ventanas que deben quedar obstruidas, y sirven de ventilación al granero, se abra otra encima de la puerta, y que sobre la cesión que hace S.E. se otorgue el documento correspondiente por la misma Hermandad del reconocimiento de la propiedad de dicho terreno; de sus resultas me dará usted para su conocimiento, satisfacción y efectos consiguientes. Dios guarde a Vd. Muchos años. Bornos 17 de marzo de 1828. Francisco de Burgos, Señores Don Lucas González, Don Juan Sevillano, Hermanos Mayores y demás cofrades de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno".
En cuya virtud acordaron que en debido agradecimiento a la generosidad del Excmo. Sr. Duque, por cuyos efectos y la de su notoria piedad y religión se ha dignado a acceder la súplica de esta Hermandad, haciéndole la concesión de dicho terreno gratuitamente, y por cuyo medio se proporciona el mayor culto a Nuestro Padre Jesús, que desde luego y en nombre de esta Hermandad se dé a S.E. las debidas gracias por semejante beneficio, el cual tenga presente la misma para en los cultos que tribute al Señor, oraciones y demás actos religiosos de su instituto, ruegue por las felicidades espirituales y temporales de dicho Sr. Excmo. y de su excelsa casa, acompañando a la representación de gracias certificación del particular de este acuerdo, ejecutándose la obra con sujeción al contenido de dicho oficio, el cual se archive en el que tiene la iglesia parroquial de esta villa, para que en todo tiempo conste y que este acuerdo sirva para siempre jamás y como si fuese instrumento público de reconocimiento de que el terreno cedido para la ampliación de la capilla, como perteneciente a dicho Sr. Excmo., ha tenido la Hermandad justo título en s adquisición.
En acto seguido, por el Hermano mayor don Juan Sevillano se manifestó no quería dilatar sus piadosos intentos y la gloria que había recibido en que la piedad de S.E. hubiese convenido en los justos fines de la Hermandad haciéndole sesión gratuita del referido terreno, para cual y mediante a que era a sus expensas, esperaba de la religiosidad de esta Hermandad le prestasen el consentimiento para dar principio a la obra sin dilación, pues que siendo cierta la muerte e incierta su hora no quería le sobreviniese sin dejarla conclusa, y para acudir a los casos que puedan sobrevenir, tales enfermedad que le inhabilite o muerte, y respecto a que la Divina Providencia le ha dado bienes de fortuna bastantes para que su proyecto tenga efecto, en cualquier caso y previendo no acontezca cualquiera de los dos referidos, y que por ello ni otro alguno deje de ejecutarse la obra, manifestaba ser su voluntad se diese principio a ello sin dilación, y que si antes de su conclusión acaeciese enfermedad que le inhabilite o su fallecimiento, desde luego se continúe, hasta la total conclusión, de sus propios bienes y de los más efectivos para subvenir los gastos, dejando, sin perjuicio de ellos y por especial señalamiento, una piara de cuatrocientas ovejas, que no se ha se poder, por sí ni sus herederos, enajenar sin que primero sea finalizada la dicha obra, pues careciendo de [herederos] forzosos, es si piados voluntad hacer gracia y donación a la Hermandad de toda la cantidad que se invierta en la construcción de la referida obra. Lo cual oído por el Sr. Vicario y demás individuos de esta Hermandad, acordaron repetir gracias al dicho don Juan Sevillano por su celo y actividad en proporcionar el culto del Señor y de su Santo Nombre, para que sea alabado y ensalzado y, en su consecuencia, le prestaban, con igual esmero y voluntad, su consentimiento para que principie la obra cuando tenga por conveniente, prometiéndole que, en el caso de acaecer su imposibilidad, o fallecimiento, no dejará la Hermanad su actividad hasta dejar realizadas sus piadosas intenciones, ni se olvidará de dirigir al Señor sus oraciones en beneficio de tan bienhechor, porque dispensándole en esta vida toda felicidad espiritual y temporal obtenga el mérito de la bienaventuranza.
En este acto manifestó el hermano mayordomo no estar capaz el retablo de Nuestro Padre Jesús de volverse a poner, pero que, no habiendo fondos en la Hermandad para de pronto hacerlo nuevo, se le facultare por la misma para tratar de él con un carpintero y que, convenido en hacerlo, se le dé, por el tiempo necesario, la casa calle Granada, cerca de la plaza, para desquitar, con sus alquileres, el valor del citado retablo en la cantidad que conviniesen; en cuya inteligencia acordó la Hermandad que para la formación del citado retablo se traiga un modelo, que haga persona inteligente, liso y sin talla, según los que en el día se usan, para evitar grandes costos y, siendo aprobado, se ejecutará y pagará en los términos referidos, para todo lo cual queda facultado el hermano mayordomo.
Con lo que se concluyó este cabildo, que firman dichos hermanos e yo el secretario, de que certifico. José Suárez Millán, Lucas González, Juan Sevillano, Domingo Sevillano, Cristóbal de Heredia, Antonio Pacheco, Andrés Pablo de Heredia, Diego Ortega, José María González, Jerónimo de Armario, José María Sevillano, Francisco Heredia, Cristóbal Heredia, Juan Bautista Ferrero, Francisco María González, Pedro Heredia, Juan Rafael ortega, Francisco Diego Fernández de Liencres, secretario.
Al final del acta de este cabildo y después de efectuada la obra el secretario de la Hermandad, don Francisco Diego Fernández de Liencres, dejó constancia que no se había hecho el altar nuevo con la siguiente:
"Nota. En vista de que el retablo que tiene Nuestro Padre Jesús puede remediarse, agregándole lo que le falte, y abriendo una subscripción par a pintarlo y que quede muy decente, se determinó así por los Hermanos mayores y tuvo efecto, agregándole las anchuras que produjo la obra del callejón que se metió en la capilla, según se refiere, y pintándolo todo ha quedado muy bueno, lo que anoto para que siempre conste. Fernández".
Sigue una "Copia de la representación hecha por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, sita en la iglesia mayor parroquial de esta villa de Bornos, según lo mandado por el acuerdo que antecede del día tres de mayo corriente, al Excmo. Sr. Duque de Medinaceli, dándole las gracias de reconocimiento por la cesión gratuita que hizo a la dicha Hermandad del terreno que se enuncia en el mismo acuerdo, con remisión del certificado mandado acompañar, y es en los términos siguiente".
"Excmo. Señor Duque de Medinaceli, Alcalá, etc. El Vicario eclesiástico, Presidente, Hermanos mayores, Mayordomo y Secretario de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, sita en única iglesia parroquial de esta villa, por sí y en nombre de los demás individuos de ella, no pueden menos que, conducidos de la gratitud y reconocimiento de las piadosas y religiosas intenciones de V.S., tributarle las más debidas gracias por la concesión que le ha hecho del terreno inmediato a la capilla de dicha imagen para su mayor ampliación, proporcionando en ello el aumento del culto y que el nombre del Señor sea alabado y ensalzado. La gratitud de esta Hermandad hizo celebrar el acuerdo que, certificado, acompaña a V.S. y, en fuerza de ello, se ha principado la obra, que brevemente concluirá, para que tenga(n) efecto las piadosas intenciones. La Hermandad tendrá por objeto principal en sus oraciones y actos religiosos de su instituto el pedir al Señor por la prosperidad de V.S. y colmo de sus felicidades espirituales y temporales, que es el tributo que puede prestarle en reconocimiento al fruto recibido. Dios Nuestro Señor conserve a V.S. los muchos años que pueda y esta Hermandad le ruega. Bornos, 12 de mayo de 1828. José Suárez Millán, Vicario, Juan Sevillano, Lucas González, Juan Rafael Ortega, Francisco Diego Fernández de Liencres, secretario".
Y para que nadie dudase del enunciado que encabeza el anterior oficio de congratulación se dejó constancia con la siguiente advertencia o certificación: "Cuya copia está conforme con su original, y para conocimiento de la Hermandad y que siempre conste, saco la presente en Bornos, en el expresado dia doce de mayo de mil ochocientos veinte y ocho, de que certifico. Francisco Diego Fernández de Liencres".
El 12 de abril de 1829 se celebró un nuevo cabildo y "por el Hermano mayor don Lucas González se hizo presente que, habiéndose concluido del todo la obra de la capilla, costeada por el Hermano mayor, su compañero, don Juan Sevillano, a poco días fue la Majestad Divina servida de llevárselo por sí".